FÚTBOL y ECONOMÍA
A la gente le gusta estar con la gente, y asistir a un estadio de fútbol es un medio para dicho fin. No es lo mismo ver un partido de fútbol sólo, que acompañado de decenas de miles de personas. Para los futbolistas tampoco sería lo mismo. La masa social da vida, alegría y entusiasmo.
La pregunta ahora sería: ¿por qué hacer vida de masas debe costar tan caro? Porque la verdad es que la afición al fútbol sale cara.
Una vez un taxista me comentó que él se gastaba al mes alrededor de $1,500 pesos en fútbol: en asistir al estadio dos veces al mes, cuando su equipo jugaba en casa, y en comprar los partidos televisados más interesantes. Además, como me comentó, el aficionado siempre termina financiando al club de varias maneras: comprando acciones, que nunca le van a arrojar dividendo alguno, camisetas, bufandas, gorras, etcétera. También las porras de fútbol, que acompañan al equipo cuando éste juega fuera, se gastan sus buenas sumas de dinero. Así que hoy día las masas futboleras se han convertido en una fuente muy importante de financiación para los clubes de fútbol.
Nike, gracias al concurso de las grandes estrellas del fútbol, aumentan sus ventas y, en consecuencia, obtiene más beneficios. Y de esos beneficios cobran las grandes estrellas de fútbol. Pero esas utilidades no han sido generadas por los futbolistas, sino por los empleados de Nike. Así que cuanto más venda Nike, cuanto más crezcan las necesidades de esa prenda deportiva, los futbolistas que hacen publicidad de esa marca, más ganarán.
Y para concluir me gustaría comentarles que los precios de las entradas de la final del mundial de Alemania 2006 ascienden nada menos que a 768 dólares. Esto es una forma descarada e impune de explotación de masas. Debemos acabar con todo esto.
Por: Ricardo Sanchez S.
http://www.nike.com/nikeos/p/nike/language_select/